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Barrage Expansión del Nilo
El Cairo, 8 de julio de 1924
Desde una duna lejana, Joseph Fontaine contempla la brillante superficie del Nilo, un río que ha sido testigo de la historia y la civilización durante milenios. Su belleza es innegable, pero para Joseph, esta tierra es más que solo un paisaje pintoresco.
A pesar de la sombra que arrojan las palmeras del oasis, el calor es insoportable, y su abanico, que había traído con la esperanza de encontrar alivio, parece ser un mero objeto decorativo en medio de esta ola de calor. Además, los mosquitos lo están devorando vivo, picándole la piel con una persistencia que solo sirve para recordarle que la naturaleza, aunque hermosa, puede ser implacable.
Barrage Los relatos de su abuelo sobre Egipto eran fascinantes; hablaba de la magia de la tierra, de los antiguos faraones y de la campaña de Napoleón, pero Joseph, con los pies en la realidad, encuentra que tales historias son más fantasía que verdad. Para él, la gloria y la aventura son secundarias. Lo que realmente busca es dinero, una ambición que lo ha llevado a este rincón del mundo en busca de oportunidades.
Con un sorbo de su bebida, el tintineo del hielo contra la copa lo transporta a aquel momento en que decidió embarcarse en este descabellado viaje, una decisión que ahora lo encuentra en medio de un paisaje árido y competitivo.
La crisis energética que asola a Europa ha desencadenado un frenesí por adquirir tierras fértiles, especialmente en este territorio tan históricamente rico. Las compañías han cavado y perforado montañas, creando nuevos ríos y construyendo presas que han dejado a los agricultores en una situación precaria, con tierras cultivables cada vez más escasas.
La gente puede iluminar sus hogares, pero muchos no tienen qué comer. En este contexto, el Nilo se ha convertido en un valioso objeto de deseo. ¿Qué mejor lugar para invertir que en las tierras que han alimentado a generaciones?
Barrage De repente, Joseph golpea la mesa con su mano, exasperado por los mosquitos, y al levantarla, observa con satisfacción un mosquito muerto. Una sonrisa se dibuja en su rostro, mientras piensa en sus competidores, quienes, al igual que él, están ansiosos por reclamar su pedazo de la riqueza egipcia.
En este juego de ambición y estrategia, solo los más astutos lograrán salir victoriosos. Esta expansión solo se puede jugar en partidas de 2 a 4 jugadores y se puede combinar con la expansión «El proyecto Leeghwater», lo que añade una capa extra de competencia y estrategia.
Nº jugadores: 2-4
Duración: 60 - 120 minutos
Edad: 14+.