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Esta vez, la criatura es aún más grande y aterradora que la anterior, y parece estar buscando algo en particular. Mientras la ciudad se prepara para la evacuación, Miyako siente una extraña conexión con el nuevo monstruo.
A medida que la gente entra en pánico y los medios de comunicación cubren la historia, Miyako decide enfrentar su miedo y se adentra en la playa con uno de sus muñecos de Gaea Tima en mano, recordando cómo la primera criatura había sido una bendición disfrazada. Cuando se encuentra cara a cara con el gigante, se da cuenta de que no es solo una bestia destructora, sino que también muestra signos de dolor y confusión. 1
Miyako recuerda las historias que su abuela le contaba sobre los espíritus de la naturaleza y cómo, a veces, ellos se manifiestan para pedir ayuda. Con una mezcla de valentía y compasión, decide intentar comunicarse con el monstruo. A través de sus muñecos, que representan la esperanza y la conexión entre los humanos y las criaturas del mar, Miyako logra atraer la atención del gigante. 1
El monstruo, en lugar de atacar, se detiene y observa. A medida que Miyako se acerca, comienza a vislumbrar una historia detrás de su furia: la criatura no solo está intentando proteger su hogar, sino que también está sufriendo por la contaminación y la explotación de los recursos marinos. Gaea-Tima
Con la ayuda de sus muñecos y la fe de los habitantes de Sukuba en Gaea Tima, Miyako inicia un movimiento para restaurar el equilibrio entre los humanos y el mar. La población se une para limpiar las playas, restaurar el hábitat marino y aprender a vivir en armonía con las criaturas del océano. Gaea-Tima
Mientras tanto, el monstruo gigante, que se revela como un guardián de los mares, comienza a calmarse. Su inmensa figura se convierte en un símbolo de la lucha por la preservación del medio ambiente. A medida que los días pasan, la conexión entre Miyako y la criatura crece, y juntos trabajan para enseñar a la ciudad sobre la importancia del respeto hacia la naturaleza. Gran
La historia de Sukuba se transforma de un relato de destrucción a uno de redención y esperanza. Al final, la ciudad no solo sobrevive a la amenaza del nuevo monstruo, sino que también se convierte en un faro de esperanza para otras comunidades costeras, uniendo a la humanidad y a los seres del mar en una causa común: la protección de la vida marina y el respeto por el entorno natural. Gaea Tima no es solo una deidad, sino un recordatorio constante de que en la conexión con la naturaleza, hay fuerza y salvación.
El Gran Gaea-Tima 1