El dilema de un archidemonio cómo amar a tu novia elfa Vol. 2

El dilema de un archidemonio cómo amar a tu novia elfa Vol. 2

Zagan se encontraba en un dilema. Había utilizado todo su poder y recursos para hacerse con la libertad de Nephy, pero ahora se sentía más perdido que nunca.

La habitación de su torre, llena de grimorios y artefactos mágicos, parecía repentinamente vacía sin la compañía de alguien que pudiera entender su corazón inquieto.

Nephy, con su cabello blanco como la nieve y unos ojos que reflejaban la luna, era la luz en la oscuridad de su vida solitaria. Sin embargo, cada vez que Zagan intentaba acercarse a ella, su lengua se trababa y sus palabras se enredaban.

Se sentía como un niño torpe, temeroso de asustar a la criatura que había llegado a significar tanto para él.

Un día, mientras Zagan estaba inmerso en un hechizo para aumentar su habilidad social, Nephy se acercó, su voz suave como un susurro.

“Maestro Zagan, ¿necesitas ayuda?”. La forma en que pronunció esas palabras hizo que el corazón del hechicero se acelerara. Pero, en lugar de responder, él solo asintió, sintiendo que sus mejillas se sonrojaban.

El dilema de un archidemonio cómo amar a tu novia elfa

Decidió que estaba bien pedirle ayuda.

Después de todo, ella había sido quien había soportado el peso de su mirada, la quien había estado a su lado en los momentos más oscuros de su vida. “Quizás podrías enseñarme a… hablar”, murmuró, sintiéndose un poco ridículo al pronunciar esas palabras.

Nephy sonrió, su expresión iluminándose. “¿Hablar de qué, maestro? Estoy aquí para servirte”.

La sencillez de su respuesta hizo que Zagan se sintiera aún más confuso. ¿Cómo podría explicar que lo que deseaba era más que simples órdenes? Era la conexión, la intimidad, la comprensión mutua.

El dilema de un archidemonio cómo amar a tu novia elfa

Con el paso de los días, el hechicero y la esclava comenzaron a desarrollar una rutina. Zagan le enseñaba magia, y Nephy, con su curiosidad innata, aprendía rápidamente. Pero también había momentos en los que se sentaban juntos, compartiendo historias de sus pasados. Ella le contaba sobre su vida antes de la subasta, y él, entre titubeos, le hablaba de sus fracasos y éxitos en la magia.

dilema archidemonio

A medida que sus corazones se iban entrelazando, Zagan comprendió que, aunque su magia podía ser poderosa, no había hechizo que pudiera forzar una conexión real. Necesitaba aprender a abrirse y a mostrarse vulnerable.

Un día, mientras la luna iluminaba la torre, decidió dar un paso hacia lo desconocido.

“Nephy”, comenzó, sintiendo que su voz temblaba, “no sé cómo ser el maestro que mereces. Pero quiero aprender a ser alguien mejor para ti”. Sus palabras fueron acompañadas de un profundo suspiro, como si se liberara de un peso que había llevado por años.

Nephy se giró hacia él, sus ojos brillando con emoción.

“No necesitas ser perfecto, maestro Zagan. Solo necesitas ser tú mismo”. Sus palabras resonaron en el corazón del hechicero, y por primera vez, sintió que estaba en el camino correcto.

La relación entre Zagan y Nephy floreció, tejida con hilos de magia y amor.

Aunque ambos seguían siendo torpes en su propio camino, juntos encontraron un lenguaje que solo ellos podían comprender. Con cada día que pasaba, la conexión se hacía más profunda, desafiando las barreras que habían construido a su alrededor.

Así, en una torre mágica, un hechicero y una esclava comenzaron a escribir su propia historia, una llena de amor, aprendizaje y redención.