- -5%


Wally West, conocido como Kid Flash, estaba en una situación que pondría a prueba no solo su velocidad, sino también su ingenio y determinación. Los Villanos, un grupo formidable de adversarios, se habían reunido en un oscuro callejón de Central City, decididos a capturarlo y utilizar su poder para sus propios fines siniestros. Sin embargo, Wally no era el mismo joven que había sido hace un tiempo. Después de múltiples enfrentamientos y entrenamientos, había comenzado a comprender realmente la magnitud de su habilidad. Absolute
Con el corazón latiendo a mil por hora, Wally cerró los ojos y respiró hondo. La velocidad no era solo un don físico; era una conexión profunda con el tiempo y el espacio. Cuando volvió a abrir los ojos, el mundo a su alrededor se había ralentizado. Los Villanos, en su intento de rodearlo, se movían como si estuvieran atrapados en una película a cámara lenta. Este era su momento. 3
Con un movimiento rápido, Wally se lanzó hacia la derecha, aprovechando la inercia para esquivar un rayo de energía lanzado por uno de los Villanos. Su mente trabajaba a la par con su cuerpo, calculando cada paso y cada giro. Sabía que no podía permitir que lo capturaran. No solo estaba en juego su libertad, sino también la posibilidad de que sus enemigos obtuvieran control sobre su velocidad. Absolute
Mientras corría, Wally recordó las lecciones aprendidas de sus mentores, especialmente de Barry Allen, el Flash original. La velocidad no se trataba solo de ser rápido; se trataba de ser inteligente. Así que, en lugar de correr en línea recta, optó por un patrón en zigzag, confundiendo a sus perseguidores. Con cada movimiento, su confianza crecía, y con ella, su control sobre la velocidad. 3
Los Villanos, frustrados, comenzaban a perder la coordinación. Wally aprovechó ese momento. Con un giro brusco, se detuvo y se concentró. Extendió su mano, utilizando la fuerza de la velocidad para crear una ráfaga de viento que desestabilizó a los Villanos más cercanos. Uno por uno, fueron cayendo, incapaces de enfrentar la fuerza de su propia arrogancia.
Sin embargo, quedaba un Villano, un maestro de las ilusiones que había estado observando desde las sombras. Con un movimiento rápido de sus manos, comenzó a crear duplicados de sí mismo, confundiendo a Wally. Pero Wally, ahora más en sintonía con su poder, cerró los ojos una vez más. En lugar de dejarse llevar por la confusión, se centró en la vibración del aire a su alrededor, sintiendo la diferencia entre las ilusiones y la realidad.
Con un estallido de velocidad, se lanzó hacia la figura real, desvaneciendo la ilusión con un solo toque. El Villano, sorprendido, no tuvo tiempo de reaccionar antes de que Wally lo inmovilizara. Con todos los enemigos neutralizados, Wally se detuvo, respirando con dificultad pero con una sonrisa de triunfo.
Había demostrado que no solo podía correr rápido, sino que podía pensar rápido. Enfrentó sus miedos y sus limitaciones, y salió victorioso. Mientras miraba a su alrededor, sabiendo que había protegido su ciudad una vez más, Wally comprendió que su viaje como el Hombre Más Rápido del Mundo apenas comenzaba. Con cada carrera, cada desafío, estaba un paso más cerca de convertirse en el héroe que siempre soñó ser, con la velocidad y la inteligencia para respaldarlo.
Absolute Flash 3
Ficha técnica